Es posible tener un problema grave de la vista sin saberlo. Aunque no notes cambios en la visión, algunas enfermedades de los ojos no tienen síntomas en las etapas iniciales, por ello la visita anual al profesional de la visión permitirá realizar un diagnóstico precoz. Aprovecha esta visita para revisar y actualizar las dioptrías de tus lentes.

La exposición prolongada a los rayos ultravioleta del sol se relaciona con la aparición de cataratas y degeneración macular. Por ello, cuando pases tiempo al aire libre debes usar gafas de sol con una protección de 100% contra rayos ultravioleta tipo A y tipo B.

Un rasguño, raspadura u otra lesión en el ojo pueden provocar una infección y dejar una cicatriz, lo que puede dar como resultado algún grado de pérdida de visión. Usa gafas protectoras cuando aumente el riesgo de sufrir una lesión en el ojo; por ejemplo, cuando trabajes con herramientas o realices deportes de contacto.

La presión ocular elevada puede ocasionar glaucoma y pérdida de visión.

Se ha vinculado el humo del tabaco con varias enfermedades de los ojos, inclusive las cataratas y la degeneración macular.

Además de las revisiones de la visión, es importante acudir al médico para los reconocimientos preventivos y seguir sus consejos. Tu médico te ayudará a reducir el colesterol, controlar la presión arterial o detectar la diabetes a tiempo, cuestiones que pueden ayudarte a mantener una buena visión, así como controlar mejor las enfermedades oculares que ya se tienen.

Te ayudará a controlar la tensión arterial, la diabetes y el peso correcto, lo cual influirá en tu salud general y en la de tus ojos.

Los alimentos ricos en carotenos, ácidos grasos omega 3 y vitaminas A, B2, C, E y zinc previenen el riesgo de padecer enfermedades de los ojos asociados a la edad; como la DMAE o el glaucoma.